Las gatas son diferentes a las perras ya que pueden tener varios celos seguidos, en una determinada época del año y están influenciadas por la temperatura y la luz solar. Las hembras felinas con el incremento en las horas de luz de primavera y verano gatillan su ciclicidad sexual, por lo cual se denominan poliéstricas estacionales.

A medida que los días se hacen más largos y aumenta la temperatura, la gatas comienzan a entrar en celo y a manifestar la sintomatología típica de intranquilidad, ronroneo, se frotan con nosotros y con otras superficies de la casa, ruedan y maúllan continuamente recorriendo toda la casa con la cola levantada. En muchas ocasiones todos estos signos aparecen o se acentúan durante la noche.

La edad de la pubertad en gatas, es decir cuando son capaces de tener ciclos sexuales, es muy variable, pero debe existir en teoría un desarrollo corporal de un 80% del peso final, lo normal es que ocurra entre los 6 a 10 meses de edad, teniendo una sucesión ininterrumpida de celos que pueden durar unos 7 días, y pueden repetirse cada 10 ó 15 días. En gatos, la eyaculación es muy rápida y algo dolorosa debido a las espículas que posee el pene del macho.